lunes, 6 de agosto de 2007

Kentucky

(De nuestra corresponsal, Pàris)

En Santa Fe y Godoy Cruz, se erige un restaurante/pizzería, que rompe con absolutamente nada en materia de restaurantes y pizzerías de esa zona, que son todos más o menos de la misma calaña extraña, pero acogedoramente "populares". Pero qué es lo que hace a Kentucky (conocido por sus clientes con la castellana fonética "Quentuqui") un lugar paradigmático. Es posible que se deba a la variedad de estratos sociales y mentales que se reúnen ahí: familias, taxistas, adúlteros, y hasta intelectuales.

No. No es comparable a cualquier otro lugar en qué también se reúnan estos individuos, o células sociales. A diferencia de otros lugares, su función para cada uno los relaciona íntimamente con los otros. No es simplemente una confluencia casual. Las familias se sienten en su hogar, percibiendo el fracaso y los secretos de los otros y comiendo como "si nada", plenamente habitando el escándalo inminente. Los trabajadores, destruidos por la rutina, piensan en los travestis que se comerán de postre. Los adúlteros se sienten como en casa, con la culpabilidad a flor de piel, sabiendo que deberían estar durmiendo en el lecho matrimonial y no en el del telo que está a dos cuadras... Los intelectuales, se sienten parias intelectuales (lo cuál les encanta compulsivamente), y disfrutan sabiendo cuanta decadencia los rodea, intentando problematizarla con ayuda de los clásicos.

No hay casualidad en esta confluencia. Quizás me equivoque y lo único que los amontone ahí sea la pizza y el vino barato, y la pobreza espiritual y financiera... pero lo dejo a criterio del lector.

Yo soy pobre y voy a Kentucky. Pero mi inconformidad con la vida me obliga a escribir pelotudeces justificándolo: que prefiero no estar cerca de mi propia insana familia, que soy torta y por lo tanto moral y religiosamente incorrecta, o que me hago preguntas existenciales, lo que aumenta mi intelectualidad (?) y mi afán de seguir sintiéndome "out".

Sea como sea, si leés esta revista, Quentuqui es el lugar que estás buscando. Sé original y no te resistas.

1 comentario:

Nene Tonto dijo...

Yo me sentí peronista de los 40s cuando fui. Me sentí con carnet y todo... con bombo! fue una sensación maravillosa.